A consecuencia de un tumor en el muslo, diagnosticado justo antes de que cumpliera 3 años, Holly tuvo que someterse a quimioterapia, injertos de huesos y enfrentarse a la propia rotura del hueso sin conseguir otro resultado que una pierna 12 cm más corta que la otra.
A pesar de la cirugía y después de consultar a varios especialistas el hueso no soldaba. Con un “no podemos hacer nada más” los padres de Holly decidieron contactar con Best Doctors.
“…Best Doctors entendió nuestro caso desde el primer momento”. Un reconocido especialista, experto en reconstrucción ósea revisó el caso de Holly confirmando que no solo podía reparar el hueso sino también hacerlo crecer. Cuando Holly llegó a EEUU no podía andar sin sus muletas. Cuatro meses después, andaba por si misma.